Tetas. Tetas y culos. Tetas. Va a pasar el tiempo y en vez de mujeres van a ser tetas, y culos, y tetas. Y están las que no se molestan, y las que luchan contra ello, y los que luchan por eso. Está Tinelli mostrándote "¡Qué buenas teeeeeeeeeeeeetas!" tienen las concursantes de su programa, muchachas, y no tan muchachas, salidas de la misma fábrica. Un poquito de dinero y ¡a hacerse las tetas se ha dicho! Y quedan iguales, como clones una de otra. Algunas con pelo rubio, otras negro, pero iguales, iguales. Las mismas tetas, el mismo culo, la misma anorexia y el mismo vacío dentro del cráneo, el vacío más inmenso que se puede imaginar, acompañado de una locura histeriquiante indescriptible, un desequilibrio mental importante. Mmmm... ¿Mental? ¿Mente? Mmmm...
Ni labios que expulsan palabras hermosas, bañadas en contenido sabio y puro. Ni ojos que no precisan ser analizados, que lo dicen todo con solo brillar. Ni largas discuciones sanas intercambiando conocimientos. Ni "Oh, qué curioso, no sé que sucede en el resto del mundo, ¿y si investigamos?"
Tengo miedo. Tengo miedo a no poder hablar más con nadie; a que no nos dejen pensar. Temo a que se acabe la comunicación, y que la publicidad nos cegue severamente.
El enfermizo sonido del mundo me está volviendo loco... ♪
Perro (http://www.youtube.com/watch?v=V09CcMNqybs)
Y él se maduró, y se secó los ojos con palabras vacías ♪
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